La mente y el corazón casi siempre están en disputa. La mente quiere aventura, el corazón amor.
Cómo podré complacer a los dos?
Cómo puedo hacer para aclarar la situación?

Es todo tan distinto a como siempre lo deseé.
Siento que comencé al revés y la aventura me está gustando, pero el corazón de a poco comienza a reclamarle a la mente que no es así como quería las cosas, y se siente pasado a llevar.

Es tan excitante el momento, como la abeja a la miel.
Estás siendo peligrosamente dulce, que podría caer,
pero no quiero ser una aventura ni sentirme como tal,
ni ser un trofeo por ser el primero a quien mostré mi alma.

Quizás mostrarme ante tí fue un error,
pero a lo hecho, pecho;
pero queda un extraño sabor en mi ser de saber si realmente quisieras intentar algo romántico conmigo,
o solo ser el que me despertó del largo letargo que mi ser había estado guardando.
Y pasar, a ser una más
y quedar yo en deuda conmigo.

Loco, no?

·**·.·Lizzy·.·**·