10 de junio de 2015


La palabra, tan mágica y tan destructora a la vez.
Podemos halagar con mil palabras a una persona, jurar amor, alentar, consolar, etc. Pero basta solo UNA palabra nacida de la ira o el rencor, para que todas las otras palabras buenas sean llevadas por el viento u olvidadas en algún rincón de nuestro ser.

Por eso preferimos que nos demuestren con actos el cariño, el amor, la preocupación y tantas otras, porque preferimos una muestra mas tangible de todas las cosas lindas que hay en nuestro corazón.
Pero sabes? Si tus actos me demuestran tu aprecio, tu cariño, tu estima en mi presencia, pero niegas por palabra todo eso frente a todos los demás, terminaré recordando tu cobardía y tu desprecio aunque en privado me demuestres lo contrario.

Yo no puedo negar a quienes quiero y aprecio frente a otros como no puedo dejar que tu hagas eso conmigo.
Yo que te he querido tal cual te conocí, que te he defendido frente a otros y he creído en tus palabras por que tus actos frente a mi son acordes, pero luego para el resto yo no soy nada para ti y eso daña, daña mas que todo lo que haces
No merezco tu cobardia.

·**·.·Lizzy·.·**·

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