3 de agosto de 2014


Hay pocas veces en la vida que se cruzan dos almas. Es que si te pones a pensar, 
la gente se encuentra, se desencuentra, se hacen el amor y hasta de vez en cuando se quieren;
eso pasa todos los días. Pero, Cuantas veces tu alma se cruza con otra? Y no estamos hablando de cualquier otra, sino de esa que reconoce tu alma, esa que perdura, que la alimenta. 
Esa que se encuentra con tu alma en un sueño y se abrazan, y se dicen cosas, y hasta se hablan de otra vida. Vida en la que vivieron juntas. 
Bajo el mismo cielo.
Bajo la misma piel.
Respirando el mismo amor.

Y todo esto no te lo digo porque sepa mucho de almas, porque de almas no se nada,
sino porque en un sueño vi que tu alma y la mía estaban ahí, abrazadas, y al acercarme despacito,
tristemente me di cuenta que lloraban por nosotros.
Sí, como si se estuvieran despidiendo.
Como si estuvieran muriendo poco a poco.
Como si tuvieran la certeza que no se volverían a ver hasta el día que se encontraran de nuevo.
Con otros ojos,
con otros labios,
en una forma distinta a cuando ellas habían estado juntas.

De pronto sentí unas lagrimas frías correr por mis mejillas, no sabia si realmente eran las mías,
si era mio ese sueño, o si era el sueño de tu alma pidiéndome que siguiera buscándote,
sin embargo era yo la que dormida observaba esa tragedia.
Quizás fue el ruido de la lluvia que golpeaba las ventanas lo que finalmente me despertó.

Y eso es todo lo que recuerdo. Nada mas.
Es que si nuestras almas no terminan juntas en esta vida,
eso seria rompernos el alma.
Y el alma hay que quererla mi vida, hay que quererla así, como yo te quiero.

Es por eso que espero que ese algún día,
o algún momento; llegue,
donde mi alma y la tuya vuelvan a estar juntas 
y no vuelvan a separarse mas. 

·**·.·Lizzy·.·**·

No hay comentarios:

Publicar un comentario